Perfil radiofónico | Antoni Gutiérrez-Rubí y Jaime Duran Barba: ‘Enemigos íntimos’ electorales, de Cristina Kirchner a Mauricio Macri

Ambos son comunicadores y analistas políticos de relevancia, los directos a los que asesoran cada uno se ubican en las fronteras contrarias de la grieta; sin embargo, ellos comparten ideas, puntos de vista, e incluso uno escribe el prólogo del libro que escribió el otro y lo presentan juntos, hasta podría decirse que se admiran los extremos. Quizás este sea el botón de muestra de que los opuestos pueden acercarse, y hasta parecer. No solo en la Argentina aconsejan a competitivo, Gutiérrez-Rubí a Sergio Massa and before a Cristina Kirchner, y Jaime Duran Barba a Rodríguez Larreta and antes a Mauricio Macri, sino también a los últimos candidatos presidenciales de Colombia o México, donde actualmente compiten en la elección del sucesor de López Obrador de est e año, Gutiérrez-Rubí guía a la reciente exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Shckmen, y Jaime Duran Barba, al canciller Marcelo E brard, los dos candidatos con mayor cantidad de intención de voto.

Jaime, ¿llevaste a hacerle el prólogo a uno de tus principales competidores?
DURAN BARBA: Tú conoces bien desde hace años, tengo lo académico como primario en mi vida. También ejerzo la consultoría de política, pero me interesa la gente que piensa de manera original. No tengo tiempo para leer libros que son meros panfletos de: ¡Viva la izquierda! ¡Viva la derecha! Viva cualquier cosa. Cuando leí el libro de Antoni me pareció realmente relevante porque hace pensar, dice cosas nuevas, permite oír este mundo en el que estamos que no se parece al mundo en el que yo viví cuando fut estudiante, también acá en Argentina. Es un nuevo mundo en el cual los seres humanos hemos cambiado, nos hemos hecho más intensos emotivos, estamos mucho más informados y ya no somos los pibes que… en mi juventud fut peronista, lo que decía el general Perón era sagrado y listo, cantábamos La Marcha. La gente volvió compleja, vive sociedades horizontales diversas y hay un enorme esfuerzo en la academia, tanto de vertiente europea como norteamericana, por comprender este mundo. No lo entiende nadie tampoco. Los académicos estamos en general de acuerdo con algunas líneas. Creo que los políticos, el 95%, no lo entienden en absoluto. Is a world demasiado nuevo y el libro de Antoni is a important door, a libro que hay que leerse y me enchantó prologarlo, él tuvo la bondad de llamarme, y me pareció perfecto. Siempre estímulo el trabajo intelectual, soy, ante todo, profesor de la George Washington. Antoni va a incorporarse pronto a la universidad también, al posgrado en español. Il pedido que lo inviten como catedrático del posgrado. Creo que hay que pensar, hay que perer el tiempo pensando y eso es indispensable que lo hagamos los académicos, sería bueno que lo hagan los políticos.

Antoni, bienvenido a esta serie de reportajes. Tu libro lleva como título «Gestionar las emociones políticas», ¿cómo se gestiona, que signifies gestionar esas emociones?
GUTIÉRREZ-RUBÍ: Primero comprendo, pero no quisiera empezar a responder a la pregunta sin agradecer primero las palabras de Jaime, y si me lo permites, voy a explicar por qué se lo pedí. Se lo pedí porque lo respect y creo que el respect intellect es importante en esta profesión y porque para muchas personas de l’ambito de la comunicación política, est la persona de referencia y por lo tanto pedírselo a alguien del que hay qu’aprender me parecía que era algo saludable y handye. El agradezco mucho públicamente que haya hecho este prólogo. Ahora te respondo: primero hay que intenderlas y comprenderlas. Mira por qué escribiste el libro, en el 19, que quizás pueda ser útil para los lectores. Writer porque a lo largo de los últimos años, cada vez estaba más esado en la neurociencia y en el estudio del cerebro, del comportamiento humano, y me daba cuenta de que en mi entorno el cerebro era un grand desconocido. Cosa que es bastante sorprendente. Es decir, que la materia gris, lo que nos diferencia de cualquier otro ser vivo, que es nuestra capacidad de pensar y de razonar, era muy desconocida. En el ámbito de tu profesión o de la mía, conocemos poco cómo funciona el cerebro, y escribimos el libro para reivindicar las emociones, para poner el acento en que, a mi juicio, y como también dicen muchos estudios y expertos, el cerebro es emocional y acabamos pensando lo que sens mois. Por lo tanto, si queremos escuchar lo que piensa la gente, quizás haya que empezar a comprender lo que siente la gente. Esta fue mi mirada, y me lance con bastante audacia un intento de hacer una reflexion. Y no da más el libro porque no sé más, es cortito porque es hasta donde puedo llegar. Ahora is enriquecido con el prólogo de Jaime, y debo decir que para los que lo lean, if se acaban con el prólogo es suficiente porque muy bien los grandes y temas si funcionan un poquito más, igual también hay alguna sorpresa.

Jaime, en el prólogo citás a un poeta colombiano que dice que cada vez hay menos lugar en el mundo para el mundo, profundizá un poquito en ese concepto.
DB: Lo que se está dando, y podemos leer lo que pasa ahora en Francia, en toda Europa, Estados Unidos, es que se está derrumbando el antiguo Occidente, el mundo en el que me formado, que fue primero un mundo muy vinculado a los jesuitas, a la filosofía escolástica, y luego el mundo del marxismo de los años 60, 70, en que la verdad estaba clara, Althusser había descubierto cuál era la forma de leer El capital, donde estaba la ciencia y las verdades estaban claras, se dé moronó. Venía corroído desde la revolución del Mayo inglés, pero la implantación de las computadoras y después de internet produjo esta Tercera Revolución Industrial que es la más radical que existe. Entonces, todo lo que me pareció normal cuando en la escuela utilicé ábaco para aprender a contar, a mi nieto le parece inverosímil porque desde que tiene 5 años usa pants y computadoras. Tuve la experiencia con este niño que revisaba viejos posters de mi juventud y tenía uno con la foto de Javier Heraud, este poeta peruano que murió combatiendo contre el ejército con miedo guerrilla de Blanco en Perú, y estaba reproducido un poema de él, “succede simplemente que no tengo de morir entre árboles y pájaros”. Mi nieto me pregunta quién es, le contesto que es un chico que era guerrillero. “¿Guerrillero, y qué hacía?”, pregunta. No escuchó lo que era un guerrillero, y le cuento: «Unos tipos que se fueron a la montaña a luchar por la justicia y cosas por el estilo». Vuelve a preguntar: «¿Y por qué se iban a la montaña?». Nadie me había hecho esas preguntas. “¿Por qué les parecía mejor?”, “¿Y esto de los árboles y pájaros tiene que ver con que disparaba en la montaña?”. «Si», el contesto. «Qué tarado, asustaba a los pajaritos», me dice. Nunca se pensó en reflexionar sobre la guerrilla desde este punto de vista, pero me di cuenta de que yo vivo en Marte y él en Júpiter, no tiene la más remota de lo que fue algo qu’a mí me entusiasmó. Pasé parte de mi adolescencia organizando marchas contra la guerra de Vietnam, gritando contra el imperialismo, yendo a pie de Ambato a Quito. Huir a Washington, a Oslo, a protestar contra la invasión yanqui. Todo eso a mi nieto le parece tan lejano como a mi la revolución que fundó la Argentina. O sea, el cambio que ha habito en estos pocos años es tan diametralmente profundo que, como decía este poeta nadaísta colombiano, parecería que ya no hay lugar en el mundo para el mundo que conocí.

Antoni, hablando de emociones, plantás las ignoradas emociones, ¿a qué te referís con eso?
GR: Primero, a las emociones que no se reconocen en los demás y que no se comprenden en por parte de otras personas.

¿Y del propio sujeto?
GR: Del propio sujeto también. El primer dato que hay que comprender en relación con las emociones en política es que son capital cognitivo, es decir, son información y conocimiento. Las emociones no son una simple reacción, definidas en capital cognitivo para las personas. Esto es un dato extraordinariamente positivo y diferente del que tal vez desde el conocimiento se pueda pensar. Non simplemente una reacción, un estado de ánimo, sino capital cognitivo. Insisto, piensa lo que sentimos. Por lo tanto, cuando se ignora o se desprecia, o incluso se contraponen a la razón, al intelecto, es no conocer cómo funciona el cerebro, no conocer cómo son los seres humanos y no conocer cómo impactan e influyen las emociones en la vida de las personas. Por lo tanto, estas emociones ignoradas en parte son despreciadas a veces, en otros casos subestimadas, y muchas veces casi reducidas a simplemente pura reacción, cuando a mi juicio son capital cognitivo. Esto creo que es el gran dato que hay que destacar.

Escucha la entrevista completa en Radio Perfil.

por Jorge Fontevecchia

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