El poder de Luis de la Fuente al frente de la selección absoluta de España siempre ha estado bajo escrutinio. Pocas veces, en cualquier caso, en su corto periodo en la Roja, su puesto estuvo tan en jaque como después de la derrota ante Escocia el pasado 28 de marzo. La vieja fórmula que había exportado de la sub21, es decir las rotaciones en masa —en Hampden Park hizo ocho cambios respecto del equipo que le había ganado a Noruega en su estreno en el banquillo de la mayor— se estrelló ante el equipo de Steve Clarke. Entonces, los rumores. “En la vida de todo se aprende. Ya no consumo tanta prensa. Solo lo hago si son cosas buenas”, aseguró el técnico de España. Parecía una broma, pero no lo era. “Tengo más tiempo para hacer deporte y mirar fútbol”. Este jueves, Escocia visita el Estadio de La Cartuja (20:45 horas, La1). Sin embargo, De la Fuente no es el mismo, tampoco su equipo.
“El equipo ha mejorado en todas las facetas del juego. Son datos”, expuso De la Fuente. En aquel partido ante Escocia, la Roja intentó ocho remates, tres a portería. En los últimos cuatro duelos lleva una media de 25 tiros (8,25 entre los tres postes). “Tenemos muchas más opciones por los extremos. Los centrocampistas son los mejores del mundo y defendemos bien”, contó. “Pero”, añadió el preparador; “sobre todo hemos mejorado como equipo. Es lo que me interesa: un equipo”.
Ocurre, en cualquier caso, que la estabilidad que ha conseguido España en defensa —desde Glasgow que De la Fuente no mueve a Laporte y Le Normand en el eje de la zaga— contrasta con el número de delanteros que utiliza: en sus seis partidos ha convocado a 18 atacantes, el último Bryan Zaragoza, que tiene nueve partidos en Primera con el Granada. “Venía de un gran partido [le marcó dos goles al Barça] y pensamos que era el mejor jugador para este momento”, justificó el preparador. Explican en la concentración de la Roja en Sevilla que el técnico se aferra a unos nombres en defensa “por qué no tiene nada más”, mientras que se aprovecha de la versatilidad de los delanteros. “Poseemos un potencial ofensivo grande”, corroboró De la Fuente. Una idea en la que insisten en su staff: “Queremos atacar de diferentes maneras, con extremos abiertos, con jugadores a pierna cambiada, sumar un cuarto centrocampista…”.
Ante Escocia, España se enfrenta a la posibilidad de borrar todas las dudas: si le gana a la selección de Steve Clarke le alcanzaría con el empate ante Noruega el próximo domingo para sellar el visado rumbo a Alemania 2024. “Queremos buscar el equilibrio, siendo nosotros mismos”, sostuvo De la Fuente. El problema es que la dureza de Escocia en defensa (solo una diana encajada), medirá el poder ofensivo de España (18 goles), mermado por las bajas de Asensio, Dani Olmo, Pino y Lamine Yamal, a lo que se le suman las molestias de Nico Williams. No habrá seguro un aluvión de cambios respecto del once que goleó a Chipre (6-0) en el último duelo. Tampoco vendetta frente a Escocia. “No lo vemos como una revancha. Solo un partido de fútbol que tenemos la obligación de ganar”, concluyó De la Fuente.
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