España acelera hacia la Ryder Cup de 2031 | Deportes

Valderrama busca relevo. Solo una vez en la historia la Ryder Cup se ha celebrado en suelo español, en la inolvidable edición de 1997 en el campo de Sotogrande, en Cádiz, cuando Seve Ballesteros comandó la carga europea frente a Estados Unidos. Y todo apunta a que 34 años después, en la cita de 2031, la gran competición bienal y por equipos del golf mundial volverá al país del genio cántabro, de Olazabal, de Sergio García y de Jon Rahm, nombres con mayúsculas de este torneo. La carrera por la sede llega a la recta final, la que se decide entre finales de este año y el primer trimestre del próximo, y una candidata española progresa con muchos metros de ventaja. Es la opción del trazado del PGA de Catalunya, hoy Camiral Golf, en Caldes de Malavella, en Girona, con negociaciones muy avanzadas y el visto bueno de todos los actores implicados en el proyecto. A la estela, las cartas de Bilbao, con el respaldo de un embajador de altura como Jon Rahm, y en menor medida Madrid, a la espera.

El proceso de elección de la Ryder cambió en 2019 para evitar subastas al estilo de los Juegos Olímpicos y grandes gastos por parte de candidaturas que finalmente acababan en saco roto. Desde entonces es Ryder Cup Europa, cuerpo dependiente del circuito europeo, quien propone directamente un candidato siempre que cumpla con todos los requisitos económicos y de infraestructura. Madrid y Cataluña ya habían concursado en las últimas designaciones, pero sus proyectos quedaron congelados o apeados en diferentes tramos del camino y los ganadores de las últimas pujas fueron París 2018 y Roma 2023. La siguiente estación europea será Irlanda, ya designada para 2027 (por parte de EE UU son Nueva York 2025 y Minnesota 2029), y el baile está abierto para 2031.

Girona lleva la voz cantante. El trazado de Caldes, propiedad del millonario irlandés Denis O’Brien, ha superado recientemente el último obstáculo, la reticencia de la Generalitat catalana a construir un tercer campo de golf que se uniera a los dos ya existentes como parte de un Plan Urbanístico que contemplaba también una promoción inmobiliaria de 185 viviendas de lujo. Descartada esa opción, Girona dibujará un recorrido de 18 hoyos dentro de los 36 que ya hay sin necesidad de un gran gasto extra, e incluido el condicionante de unas grandes gradas en el tee del hoyo 1 que permitan acoger a miles de espectadores.

Luz verde al proyecto catalán y aprobación del Consejo de Ministros, que en junio pasado autorizó al Consejo Superior de Deportes (CSD) a suscribir los acuerdos necesarios para la inversión pública que materialice la vía española para una nueva Ryder. El CSD trabaja en este proyecto de la Costa Brava y se compromete a “la promoción del golf en España durante los siete años anteriores y cinco posteriores al evento”, y el Gobierno a impulsar la designación del torneo como “acontecimiento de excepcional interés público”. “Esta competición posibilita un retorno económico presente y futuro que hace sostenible y rentable la inversión requerida”, explicó el Consejo de Ministros. La última edición, en Roma, dejó un impacto de unos 1.000 millones de euros en la capital italiana y sus alrededores. En España, cada año acuden 1,2 millones de turistas atraídos por la práctica del golf.

La Federación Española es la encargada de presentar el proyecto, que requiere el aval del Gobierno. “Progresando. Hay reuniones constantes para la logística, la infraestructura y el alojamiento. Somos optimistas”, explica a este periódico Ramón Nogué, presidente de la Federación catalana de golf.

Solo un inesperado bache de última hora dejaría a Girona sin la Ryder de 2031. En ese caso, la Diputación de Bizkaia guarda en el bolsillo su cromo, la sede de Meatzegi Golf, un campo diseñado precisamente por Seve Ballesteros. Y luce un as ganador en la manga, el apoyo público y firme de Jon Rahm, ganador de dos grandes y hoy número tres mundial. “No sé qué puedo hacer yo, no puedo prometer nada, pero haría todo lo que me pidieran y todo lo que yo pudiese para conseguirlo. Sería muy especial jugar una Ryder en Bilbao, aunque no sé el tiempo que nos haría en septiembre…”, comentó ayer Rahm en declaraciones recogidas por la web Tengolf antes de la final del circuito europeo, el DP World Tour Championship, en Dubai (en Movistar Golf de jueves a sábado de 8.00 a 14.00 y el domingo de 7.30 a 13.30), trono que tiene casi en la mano Rory McIlroy. El norirlandés, por cierto, ha renunciado a su puesto en la junta de gobierno del PGA Tour en plenas negociaciones con la Liga saudí, y el vasco descarta sustituirle.

Pendiente de Girona está Bilbao, y también como tercera opción asoma Madrid, al quite si fallan las otras apuestas. La opción madrileña, sin embargo, no presenta un campo concreto y la posibilidad de levantar un nuevo trazado parece muy compleja. España, en cualquier caso, acelera hacia una nueva Valderrama.

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