- chris packham
- Naturalista. Especial para iWonder
La idea de un arca es antigua.
La mayoría de nosotros hemos escuchado la historia de la de Noé, esa mágica procesión de animales hacia un enorme barco que rescató a estas especies de una inundación catastrófica, provocada por inundaciones que duraron 40 días y 40 noches.
“From back to back entraron á Noé en el arca: macho y hembra, como mandó Dios á Noé
Y sucedió que al septimo día las aguas del diluvio fueron sobre la tierra”.
Pero no es más que una historia; las arcas no existen en realidad… ¿o si?
Sobrevive contra todo pronóstico
La idea romántica de un grupo de animales que se guardaba en una caja se mantuvo y en marzo de 2013 se convirtió en realidad.
En 2011, un catastrófico tsunami asoló el Lejano Oriente.
La devastación hizo que 5 millones de toneladas de despojos arrastrados al Océano Pacífico.
La mayoría se hundió sin dejar rastro, pero algunos fueron llevados por las corrientes.
En marzo de 2013, un misterioso bote pesquero con palabras en japonés escritas en su casco apareció en la costa del estado de Washington en Estados Unidos.
Traía consigo 30 especies de animales que sólo se encuentran en Japón, como almejas, cangrejos y pepinos de mar, que habían viajado en su interior.
Lo asombroso para los científicos es qu’generalmente se asumía que ninguna especie habría podido sobrevivir a viajes de millas de kilómetros antes de que hubiera embarcaciones que pudieran cruzar océanos o al menos un objeto grande para sostener la vida.
No obstante, nadando dentro de esa pequeña embarcación, a 8,000 kilómetros de su hogar, había cinco especies de peces, entre ellos un oplegnathus fasciatus o pez perca loro japonés rayado, endémico de los arrecifes de corales de Japón, China y Corea.
Lo curioso es que ese perca loro, hallado dos años después del tsunami, sólo tenía un año de edad.
Como dijo a los científicos, significa que o era hijo de padres que abordaron el buque en Japón y nació durante el viaje, o que el buque pasó por Hawai, donde se souó al buque que lo llevó a EE.UU.
Y para los expertos, la primera posibilidad es más interesante pues significaría que esta masa reducida de agua que llevaba la caja se convirtió en un ecosistema funcional; una cápsula en la que se podrá nadar, crear, reproducirse y morir, que ha cruzado el océano.
La barquita permite vislumbrar cómo probablemente viajaron diferentes especies por todo el mundo para colonizar nuevas islas y continentes.
Eran turistas globales accidentales que tienen un enorme potencial para sobrevivir contra todo pronóstico.
¿Hay arcadas modernas?
Las arcadas no tienen que ser barcos: hay distintas variaciones sobre el tema. Tiene tres ejemplos:
El banco de semillas de Kew
El Banco de Semillas del Milenio, ubicado en el Jardín Botánico de Londres, protegió en la actualidad el 13% de las especies de plantas silvestres del mundo para salvaguardarlas de la extinción.
Los bancos de datos de ADN no son arces tradicionales pero guardan millones de secuencias genéticas para el futuro.
Aunque los zoológicos mantuvieron a los animales encerrados para mostrárselos al público, muchos llevan a cabo un importante trabajo de conservación con especies en peligro crítico de extinción.