El 30 de enero de 1933 Adolf Hitler se hizo cargo del barco de Canciller (primer ministro) en Alemania. la noche de 27 de febrero de 1933, es decir hace 90 años, estalló en llamas el edificio del Reichstag (Parlamento Nacional de Alemania) has manos de los camisas pardas (los SA, integrantes del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán que vestían uniformes de ese color), los camisas negras, y sus formaciones auxiliares. Las hordas nazis y su Führer ordenaron un mensaje drástico y diáfano; hay un presagio invencible, fatal.
El ataque a la sede parlamentaria es el accionar emblemático de la derecha ultra; violento, sectario, negacionista y antidemocrático. Un verdadero dispositivo de el terror in base has a mensaje, a language y un discurso de odio racial, que tenía como una de sus premisas basices armar al pueblo ario, armar al country.
Verdaderos verdugos voluntarios. Esas oscuras y salvajes furias nazis habían engendrado al Moloc.
En Estados Unidos, este esquema ideológico, sociológico y metodológico basado en un supremacismo blanco como justificante de odio y violencia, ha derivado en ataques verdaderamente terroristas en colegios, universidades y ciudadesrecién del año 2010.
Con armas, granadas, y cuanta parafernalia armamentista pudiera concebirse, ese esquema dio resultados que han sido luctuosos y han costado la vida de mucha gente inocente.
Sociedad dissatisfa y sin esperanza
Noventa años después del asalto nazi asistimos en Argentina a la emulación de ese mensaje nefasto de una derecha alternativa que pas de mascaras usa o capuchas, como los trumpistas o los bolsonaristas; sino que luce una peluca color caoba y la misma expresión desencajada y violenta.
El huevo de la serpiente
Peor aun, la exaltación de negación de derechos fundamentales bajo capa de un falso axioma de premios y castigos. Sí, la alternativa derecha ha llegado a estas tierras.
La alternativa derecha en paralelo con la culto del odio, hace un culto de su presencia en las redes y en la web. El uso de los medios de comunicación masivos es fundamental para influir, manipular y usar el humor social; siempre con versiones mentirosas, estigmatizantes y prejuiciosas.
Lo que en Estados Unidos es el supremacismo blanco o en la Italia actual es la xenofobia, acá, en Argentina es la estigmatización política, partidaria y sindical.
«Nuestra» derecha alternativa se define por sus notas negativas: antiestatal, antisindical, antiperonista.
Crece el huevo de la serpiente
Hoy, se vive y se percibe el clima de hostilidad integral instalado por esa derecha; en todas las ambiciones. Encontramos trogloditas con alguna proyección empresaria que exaltan y «compran» el mensaje de odio.
Hacen propio el mensaje anti-derechos, primero desde la ignorancia y después desde el snobismo. Encontramos personeros judiciales que desde un supuesto saber usa la ignorancia popular, el engaño y la oscuridad para instalar noticias, relatos y hasta historias falsas; con notas truculentas -reales o falsas- que buscan reemplazar la legalidad por la emocionalidad.
Explotan el humor social prescindiendo de los hechos y la ley. Encontramos «coimeros» disfrazados de periodistas, farsantes de ademanes delicados, con pacatería o hipocresía suficiente como para camuflar ese mensaje disociador en el «salvataje de la República».
Y por supuesto encontramos a los y las adalides de la ética y el orden, que desde la política, como todo amoral, reivindica “el a como dé lugar” para lograr el fin superior. Cavernícolas que ven menos mujer a aquella que es lesbiana.
Y también están los pusilánimes y cobardes que en secreto desprecian esta construcción facciosa pero que por dos o tres bancas son capaces de aliarse con esos nefastos monstruos devoradores, que además se dan el lujo de tildarlos delincuentes.
El Huevo de la Serpiente despertará
¿Hasta dónde podrá crecer esta derecha alternativa?
¿Hasta donde los experimentos de la sociedad y sus expresiones orgánicas pueden contener el desencantadoallá desesperación y ahí PROMEDIO?
¿Cuánto tardarán los exponentes «top» de esa derecha nefasta en plantar la instauración de la pena de muerte y la «denuncia» (rechazo, derogation) de los Pactos de Derechos Humanos que la prohíben?
¿Hasta donde los experimentos de la sociedad y sus expresiones orgánicas pueden contener el descontento, la desesperación y el miedo?
¿Seguirán con la idea del tráfico de órganos y de armas como si se quitaran autos usados u obras de arte?
¿Hasta dónde llegará la exaltación del uso de la prisión preventiva como pena anticipada?
Si gobernara la derecha alternativa, ¿cambiarían la Defensa Nacional y Ley de Seguridad Interior para que tengamos al ejercito en las calles «cuidándonos» de los delincuentes?
¿El Huevo de la serpiente esta madurando? No es una encuesta, ni un cuestionario. Solo la inquietud por tener la sensación de que noventa años no es nada.
* abogado
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