La política de Pensilvania está acalorada. Pronto podría ser un caos total.
En el centro del caso hay un desacuerdo sobre qué partido tiene derecho a convocar elecciones especiales para llenar los escaños que quedaron vacantes porque dos miembros demócratas de la Cámara estatal renunciaron a un cargo más alto y otro murió. Los demócratas quieren celebrar las contiendas, que deberían ganar, de inmediato, lo que les permitiría reclamar su mayoría el próximo año. Mientras tanto, los legisladores republicanos esperan retrasar la fecha tres meses más, manteniendo intacta su mayoría. Una republicana incluso ha anunciado una candidatura a la presidencia, con la esperanza de aprovechar la pequeña ventana probable en la que…