El porno soft inunda las redes sociales
Son las 7 de la mañana y te preparas para un día largo de trabajo. Te esperan quizás uno o dos ómnibus, unas 8 horas de tareas con vencimiento, presiones de tus jefes; o las quejas e insatisfacción exacerbada de algún cliente. Esta es la rutina de casi muchos, pero no de todos. Detrás de las pantallas, encontramos otro mundo. Son las 13:30 de un día cualquiera de la semana, y una joven recostada en una cama, con un pijama corto, en un ambiente escenográfico cuidado, chupa un microfono con ma de orejas o de boca. A cambio recibe propinas,…